Es de suponer que a nadie le gusta la idea de rebajarse, ni de que le rebajen. Sin embargo, vivimos en una sociedad laboral en que, al parecer, triunfa el mileurismo. Las encuestas sin fundamento informativo de los telediarios, esas que van a buscar la opinión a pie de calle, nos traen las caras resignadas, las sonrisas de “qué se le va a hacer” de los que han tenido que conformarse con 1000 e incluso con menos. “Son los tiempos que corren”, y ahora hay que añadirle la crisis, “suponemos”.
Así que gran parte de nosotros, sobre todo los que vivimos en las grandes y caras ciudades, estamos jodidos. Condenados a bajarnos los pantalones y a vivir esclavizados. Porque la vida en la gran ciudad con 1000 euros no es vida, es supervivencia. Tenemos de todo, alegamos: cines, tiendas , teatro, restaurantes, cultura… Sí, tenemos de todo lo que cuesta dinero.
Cuando vivir solo o formar una familia se convierten en lujos, más que en derechos; cuando ahorrar o forjarse un mínimo de seguridad patrimonial es una utopía, entonces es que somos esclavos de la vida al día, que nunca podremos escapar ni prosperar. Pese a nuestra formación, pese a nuestro esfuerzo, pese a nuestro trabajo, somos y seremos esclavos de los 1000 euros. Obreros, carne de cañón, un mal menor, un soplo en el tiempo. No seremos nada.
Ahí reside el truco de la esclavitud proletaria, me figuro. Nunca puedes llegar a tener nada que te permita decir no a otras cosas. Todo tiene que ser sí. Sí, jódame usted.
Los 1600, los 2000… atan al consumo, al snobismo de clase media, es un dinero que ata por la necesidad de seguir ganándolo. Pero al menos puedes desconfiar un poco, guardar algo por si un día hay que decir no.
Los mil, los rondando los mil y por un trabajo que no te hace sonreir, por un trabajo forzado, creo que suelen ser un abuso y una humillación en esta sociedad que ya está acostumbrada a agachar la cabeza. Es la La Humillación de los Mil.
Abé (ProductoDelEgo)
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El otro día cené con mis compañeros de clase de alemán. Comentábamos la vida en Alemania. Y resulta que un piso en el centro de Berlín de 100 m2 tiene un precio de 110.000€, o un alquier de unos 400€ como mucho. Berlín, que no es Villarriba, es Berlín. Quizás (nunca he estado) una ciudad tan "cool" y "cosmopolita" como nuestra querida Barcelona. Léase en tono irónico, por supuesto, que ya sabéis que Barcelona me parece un zulo sobrevalorado que apesta a pis por las esquinas. Y nos planteábamos...¿qué hacemos aquí? Pagando alquileres que son casi nuestro sueldo sin derecho a poder comprar una vivienda, en condiciones laborales precarias y viendo como nos toman el pelo día sí día también. Pero bah, si al final tenemos bicing, vamos a Canaletes cuando gana el barça y podemos ver la última de Woody Allen el día del estreno, ¿qué importa lo demás? Visc-a Barcelona.
ResponderEliminarEn mi caso, supongo que hago el primo, porque ante la posibilidad de aprender otro idioma, vivir en contacto con otra cultura y en una calidad de vida muy superior a la que tengo aquí...me quedo, y me quedo y me sigo quedando, atontada por la pasividad, la peste, las zonas verdes, las estebans,las ortices, los zapateros, las renfes, los impuestos de sucesiones, los peajes. Qué asco. Aunque quizás algún día me active rumbo a Deutschland. Quién sabe.
Enhorabuena chiquillos, este blog promete
Y en el metro de Alemania no has de picar el billete porque confían en que pagarás VOLUNTARIAMENTE, y la gente ESCONDE que se baja pelis y música gratis por internet porque se avergüenza de ello, y hacen los BMW, los AUDI, los MERCEDES, los VOLKSWAGEN... y son cuadriculados en todo lo que hacen, diseñan usando lineas rectas, hacen música electrónica y se pelan de frío. Por suerte no somos Alemania, aquí somos felices porque en noviembre vamos en bici tomando el solecito y bailamos una cosa marciana llamada flamenco. Desordenados e imperfectos así somos, nos gustaría ser más alemanes y a ellos más españoles. Así es la vida.
ResponderEliminarAlex
Actualizaciooooooon yaaaaaaaaaa!
ResponderEliminarperdon!!!!!!!!!!!!!!!!! esto necesita una actualización ya, ciertamente. lo de que en noviembre vamos en bici... sí, siempre y cuando no vivas allí donde el parque güell.
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